domingo, 20 de marzo de 2011

Pensó en la pregunta y llegó a la conclusión de que si habían transcurrido años desde la última vez que oyera a alguien pronunciar aquelllas palabras seguramente la respuesta era que no. No estaba bien. Estaba cansada de abrazar almohadas, de confiar en las mantas para darse calor y de revivir momentos románticos sólo en sueños. Estaba cansada de esperar que cada día transcurriera más deprisa para pasar al siguiente. De esperar que fuese un día mejor, un día más fácil. Pero nunca lo era.Cada mañana la carga que pesaba sobre sus hombros era mayor y cada mañana deseaba que anocheciera cuanto antes para poder regresar a la cama y abrazarse a sus almohadas y envolverse en el calor de sus mantas.

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