Después de un tiempo, uno aprende la diferencia entre tener una vida por vivir y estar viviendo. Uno aprende que los para siempre no siempre significan toda la vida y que una compañía no significa estar al lado de una persona. Entonces, uno empieza a aprender que no todo el mundo piensa de la misma forma, y uno empieza a aceptar sus derrotas con los ojos abiertos. Uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para hacer planes. Y uno aprende que realmente puede aguantar porque somos realmente fuertes.
Con el tiempo comprendes que sólo hay una persona que es capaz de amarte con tus defectos sin pretender cambiarte, y que puede darte muchísima felicidad.
domingo, 20 de marzo de 2011
Pensó en la pregunta y llegó a la conclusión de que si habían transcurrido años desde la última vez que oyera a alguien pronunciar aquelllas palabras seguramente la respuesta era que no. No estaba bien. Estaba cansada de abrazar almohadas, de confiar en las mantas para darse calor y de revivir momentos románticos sólo en sueños. Estaba cansada de esperar que cada día transcurriera más deprisa para pasar al siguiente. De esperar que fuese un día mejor, un día más fácil. Pero nunca lo era.Cada mañana la carga que pesaba sobre sus hombros era mayor y cada mañana deseaba que anocheciera cuanto antes para poder regresar a la cama y abrazarse a sus almohadas y envolverse en el calor de sus mantas.
sábado, 19 de marzo de 2011
¿Te imaginas hasta qué punto hay que amar a alguien para aprender a no vivir más que por el?
Quieres que hablemos a corazón abierto, entonces me gustaría hacerte una pregunta y que me prometas responder con sinceridad. ¿Cuánto tiempo habrá durado tu historia de amor más larga? No te hablo de sentimientos soñados, sino de una relación vivida. ¿Dos, tres, cuatro, cinco años tal vez? Qué más da, dicen que el amor dura siete años. Vamos, sé sincera y contéstame. ¿Serías capaz durante siete años de entregarte a alguien sin reservas, de darlo todo, sin límites, sin dudas ni temores, sabiendo que esa persona a la que quieres más que a nada en el mundo olvidará casi todo lo que habréis vivido juntos? ¿Aceptarías que tus atenciones, tus gestos de amor se borraran de su memoria, y que la naturaleza, a la que le horroriza el vacío, llenara un día esa amnesia con reproches y anhelos no cumplidos? Consciente de que todo ello es inevitable, ¿encontrarías pese a todo la fuerza de levantarte en mitad de la noche cuando la persona a la que quieres tiene sed, o simplemente una pesadilla? ¿Tendrías ganas todas las mañanas, de prepararle el desayuno, de velar por distraerla todo el día, divertirla, leerle cuentos cuando se aburra, cantarle canciones, salir porque necesitará que le dé el aire, incluso cuando hace un frío helador? Y, al llegar la noche, ¿ignorarás el cansancio, irás a sentarte al pie de su cama para aplacar sus miedos y hablarle de un porvenir que, irremediablemente, vivirá lejos de ti?
miércoles, 16 de marzo de 2011
El final de un camino es solo el principio de otro.
Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos.Y eso será donde menos te lo esperas...
Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo,que el final de un camino es solo el principio de otro y lo único importante es la persona que escojes para que camine a tu lado, aunque sea para esconderte en un desierto.Y esconderte es lo que menos importa,lo que te importa es que estas tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida.
Y ya solo importa el hoy,el presente y lo que queda por venir, porque no se puede borrar algo que ya está escrito, y porque la vida es aquello que te sucede mientras tú tratas de hacer otra cosa.
Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo,que el final de un camino es solo el principio de otro y lo único importante es la persona que escojes para que camine a tu lado, aunque sea para esconderte en un desierto.Y esconderte es lo que menos importa,lo que te importa es que estas tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida.
Y ya solo importa el hoy,el presente y lo que queda por venir, porque no se puede borrar algo que ya está escrito, y porque la vida es aquello que te sucede mientras tú tratas de hacer otra cosa.
¿A que llaman vivir?
Eso suele decirse,si.Para vivir...Pero¿a que llaman vivir? Para mí es no tener prisa,contemplar las cosas,sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras,compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen o nos engañen, no contestar sí ni que no sin haber contado hasta cien como hacía en Pato Donald...Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía,y vivir es explicarse y llorar...y vivir es reírse....
lunes, 7 de marzo de 2011
Marina.
Mi amigo Oscar es uno de esos príncipes sin reino que corren por ahí esperando que los beses para transformarlos en sapo. Lo entiende todo al revés y por eso me gusta tanto. La gente que piensa que lo entiende todo a derechas hace las cosas a izquierdas, y eso, viniendo de una zurda, lo dice todo.
Me mira y se cree que no le veo. Imagina que me evaporaré si me toca y que si no lo hace, se va a evaporar él. Me tiene en un pedestal tan alto que no sabe como subirse. Piensa que mis labios son la puerta del paraíso pero no sabe que están envenenados. Yo soy tan cobarde que por no perderle, no sé lo digo. Finjo que no lo veo y que sí, que me voy a evaporar.
Mi amigo Oscar es uno de esos príncipes que harían bien manteniéndose alejados de los cuentos y de las princesas que los habitan. No sabe que es el príncipe azul quien tiene que besar a la bella durmiente para que despierte de su sueño eterno, pero eso es porque Oscar ignora que todos los cuentos son mentiras, aunque no todas las mentiras son cuentos. Los príncipes no son azules y las durmientes aunque sean bellas, nunca despiertan de su sueño.
Me mira y se cree que no le veo. Imagina que me evaporaré si me toca y que si no lo hace, se va a evaporar él. Me tiene en un pedestal tan alto que no sabe como subirse. Piensa que mis labios son la puerta del paraíso pero no sabe que están envenenados. Yo soy tan cobarde que por no perderle, no sé lo digo. Finjo que no lo veo y que sí, que me voy a evaporar.
Mi amigo Oscar es uno de esos príncipes que harían bien manteniéndose alejados de los cuentos y de las princesas que los habitan. No sabe que es el príncipe azul quien tiene que besar a la bella durmiente para que despierte de su sueño eterno, pero eso es porque Oscar ignora que todos los cuentos son mentiras, aunque no todas las mentiras son cuentos. Los príncipes no son azules y las durmientes aunque sean bellas, nunca despiertan de su sueño.
-Dónde viven los enamorados.
Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo...
A tres metros sobre el cielo.
-Soy feliz. Jamás me he sentido tan bien, ¿y tú?
-¿Yo? Estoy de maravilla
-¿Hasta el punto de llegar a tocar el cielo con un dedo?
-No, así no.
-¿Ah, no?
-Mucho más. Al menos tres metros sobre el cielo.
-¿Yo? Estoy de maravilla
-¿Hasta el punto de llegar a tocar el cielo con un dedo?
-No, así no.
-¿Ah, no?
-Mucho más. Al menos tres metros sobre el cielo.
Tengo ganas de ti.
¿En qué estás pensado? ¿En tus padres?
- No, pensaba en tí.
- ¿Y en que pensabas, si ni siquiera me conoces?
- Pensaba en lo bonito que es cuando no conoces a alguien pero lo tienes al lado, en los problemas que no tienes, en cómo te lo imaginas, en los juegos de la fantasía, en que vas donde quieres.
- ¿Y adónde has llegado?
- Lejos.
- No, pensaba en tí.
- ¿Y en que pensabas, si ni siquiera me conoces?
- Pensaba en lo bonito que es cuando no conoces a alguien pero lo tienes al lado, en los problemas que no tienes, en cómo te lo imaginas, en los juegos de la fantasía, en que vas donde quieres.
- ¿Y adónde has llegado?
- Lejos.
- Quien ya sabe distinguir lo que le conviene.
-Se suele decir que, sea cual sea la verdad, la gente ve lo que quiere ver. Hay personas que pueden dar un paso atrás y descubrir que les faltaba ver las cosas con más perspectiva.Otras personas se dan cuenta de que la vida les está pasando factura. Otras pueden ver lo que estaba ahí desde el principio.Y luego estan ésas personas, aquellas que huyen lo más lejos posible para no tener que verse a sí mismos.Y en cuanto a mí, ahora ya lo veo todo claro.
-Con V de valor.
Sabes que en realidad, nada va a parar hasta que tú lo decidas, porque es tu vida y solo tú tienes el control de ella. Todos sabemos que nadie puede tener todo lo que quiere, que en esta vida hay que establecer prioridades, no sólo mirando en lo que queremos, sino en lo que a la larga nos va a hacer más felices. Porque la vida es eso, caer y levantarse, y saber lo que te conviene. Pero es que también tienes que saber cerrar fuerte los ojos y saltar al vacío, aunque no sepas lo que hay ahí abajo, puede irse todo a la mierda sí, o también inundarse todo de luz. Ese día, en el que decides que por fin se ha terminado todo, es el final. Y esa y solo esa puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Me gustaría conocer a aquel que dijo que el tiempo todo lo cura;
-Dicen que el tiempo es la fuerza más poderosa, más que el amor. El amor muere, el tiempo no, el tiempo perdura y transforma todo, nos cambia, se quiera o no. Uno cree que maneja el tiempo, hablamos de ganar o perder el tiempo, de dejar pasar el tiempo. Pero el tiempo pasa, lo dejemos o no. Dicen que uno cree que el tiempo lo arregla todo: (con el tiempo te va a querer, con el tiempo le vas a olvidar..).Pero también dicen que el tiempo no arregla nada, que el tiempo arrasa, y lo que el tiempo rompe no se arregla.
Hay momentos en la vida, en los que una sola decisión, en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides odiar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides mentir, traicionar, ocultar, o cruzar la línea, esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro, o inundarlo de luz. Podrá hacer de ti un héroe o un criminal, podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver a atrás
domingo, 6 de marzo de 2011
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La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder y define improbable como algo que no se funda en una razón prudente. Puesto a escoger a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos y deja un hueco a la esperanza, a la ética, el amor, las relaciones no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es por definición probable, lo que es casi seguro que no pase esque puede pasar y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de posibilidades de que pase vale la pena intentarlo
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